Hoy
quiero hablaros de un detalle que nos acompañó en el día de nuestra boda y que,
si bien no es imprescindible, recogió unos recuerdos que para nosotros son ya
imborrables: el libro de firmas.
Cuando comenzamos a meternos de lleno en los preparativos, descubrimos que hay un sinfín de posibilidades que hacen que puedas tener una boda 100% personalizada. Entre todos esos detalles encontramos el libro de firmas. Hasta ese momento, a decir verdad, tan solo lo había visto en alguna boda, pero pensé que era algo más propio de comuniones, así que no pensamos en ponerlo.
A medida que se acercaba la fecha, y leía y releía distintos relatos de boda, me di cuenta de que el libro de firmas estaba presente en gran parte de ellas. Es así como nos entró el "gusanillo" de querer tener este recuerdo. En ese instante no sabíamos que recogería por escrito los momentos más emotivos y las frases más cariñosas de nuestros familiares y amigos. Si bien es cierto que ese día todas son palabras bonitas, con el libro de firmas los invitados van un poco más allá, y nos encontramos con verdaderos párrafos que nos emocionaron a ambos.
Nuestro libro de
firmas
En
un principio pensé en la posibilidad de personalizar el libro, pero al decidir
que lo llevaríamos tan solo con un par de semanas de antelación, me faltó
tiempo. Así que después de ver algunos de los numerosos modelos que existen
especiales para bodas, decidimos que si no teníamos tiempo de personalizarlo, preferíamos hacernos con uno realmente
sencillo y, como no, con los colores de la boda.
Elegimos un libro color blanco con lazo beige, pero al igual que hice con las invitaciones, cambié el lazo por uno que llevase la tonalidad:
Nos
lo regaló mi prima Ángela, y es junto a las fotos, de los recuerdos más bonitos
que se pueden guardar, donde se plasman multitud de sentimientos, que puedes
volver a leer con el paso del tiempo sin que se borre la huella de aquel día.
El
libro que elegimos tenía la posibilidad de llevar los nombres y la fecha
grabada, pero tardaban una semana en tenerlo preparado y fue todo tan precipitado,
que no tuvimos tiempo, así que pensé hacerlo después de la boda... ¡Lo que me
recuerda que aún tengo que llevarlo! Y es que, una vez pasado el gran día, todo
avanza a otro ritmo.
Cuándo leer los
comentarios
Leer por primera vez los comentarios de vuestros invitados es un momento único, solo para los novios, son palabras para vosotros, por lo que os aconsejo leerlos ya tranquilos, juntos y a solas. Si después queréis compartirlo con familiares, adelante.
Nosotros, a pesar de acabar tardísimo la celebración, y llegar muy cansados, no pudimos esperar al día siguiente. Deciros que leímos uno por uno en la habitación del hotel. Después los hemos vuelto a leer muchas veces, pero la intensidad de ese día es única. Recomendable 100%.
Dónde colocar el
libro de firmas
Leyendo
sobre bodas previas a la mía, descubrí que mucha gente pasaba el libro de
firmas por las mesas cuando saludaba a sus invitados.
Pero
a mí esta idea no me convencía nada, y la descarté desde el principio por una
sencilla razón: los invitados están comiendo, hablando, disfrutando, y con
muchas ganas de saludaros. Si en ese momento se les entrega un libro para que os
escriban algo... Seguramente no terminen escribiendo lo que realmente hubiesen
querido, o incluso no escriban nada porque están todos expectantes.
Así
que, para que estuviese a mano y a la vista de todo el mundo, hablamos con el
Catering y nos colocaron un atril en la copa de bienvenida. Cuando entramos al
salón, el libro pasó dentro también, y ya en la barra libre estuvo en una mesa
abierto donde, quien quisiera, y en el momento que quisiera, podía acercarse,
sentarse tranquilamente y derrochar imaginación. Y así fue. Nadie se sintió
"obligado" a escribir, y quien quiso eligió el momento más idóneo y
el de mayor inspiración.
Después en internet he visto verdaderas preciosidades de mesas decoradas para exponer el libro… Si llego a organizarlo antes, hubiese preparado alguna presentación diferente, como éstas que os dejo a continucación:
Como todo en el universo de las bodas, disponiendo de tiempo puedes conseguir detalles personalizados y muy originales que harán de tu boda un día único. Y el libro de firmas no es una excepción.
Buscando por la red descubrimos varias ideas que nos gustaron mucho, que sustituía al libro de firmas, pero que finalmente no pudimos llevar acabo, por ir demasiado apurados, y es que aunque tengas todo más o menos controlado, las últimas semanas pueden llegar a ser desbordantes.
Así
que, aunque al final no pudo ser, os dejo algunas de estas ideas, por si os
ayudan, a ver qué os parecen:
En
lugar de un póster podéis elegir también un mural hecho por vosotros.
Otra idea original que se lleva mucho, y tiene cierto estilo "vintage", consiste en poner varias cuerdas con tarjetas variadas y "tendidas" con pincitas, en las cuales los invitados pueden ir dejando sus impresiones y comentarios.
He
visto bodas donde lo intercalan con fotos, bien antiguas de los novios de
pequeños, bien actuales, con fotos de viajes, etc. Muy propio para colocarlo al
aire libre en una boda de mañana.
Pero si no queréis saliros de lo "clásico", y preferís tener recopiladas las firmas en un álbum, y además queréis que sea algo totalmente personalizado, podéis hacer un foto-libro, con momentos que formen parte de vuestra vida, viajes, celebraciones, amigos, familia... donde escribáis unas palabras de agradecimiento para vuestros invitados, y donde ellos puedan dejaros todos sus mensajes.
Esta
es la opción por la que me habría decantado si me hubiese decidido con más
tiempo. Me encantan los foto-libros de Hoffman, y se pueden conseguir libros de firmas totalmente
personalizados y casi a mejor precio. Además a vuestros invitados seguro que les encanta verse en alguna imagen del libro.
Como
veis posibilidades hay muchas, solo es cuestión de imaginación... ¡¡Y tiempo!!
